La optimista de Molly McGee vive para hacer del mundo un lugar mejor, arreglar lo que salió mal y difundir alegría. Mientras tanto, el fantasma cascarrabias Scratch vive para hacer del mundo un lugar peor, romper lo que ha salido bien y sembrar la miseria. Cuando una maldición de Scratch fracasa, este pasa a encontrarse atado para siempre a Molly. A pesar de eso, Scratch y Molly forman una amistad inusual que guía a cada uno de ellos a través de los altibajos de sus respectivos mundos.